Michael Robinson era diferente. Diferente en todo. El poeta irlandés William Butler Yeats solía decir “Piensa como un hombre sabio pero comunícate en el lenguaje de la gente”, y eso era precisamente lo que hacía Michael: comunicar como nadie.
Y fue así como se ganó el cariño de la gente. Con un acento inglés que pasará a la historia del fútbol y de la televisión, con unas magníficas retransmisiones de la mano de Carlos Martínez y con su inteligente humor que servía para sacarnos a todos una sonrisa. Y en épocas en la que escuchar hablar a futbolistas y exfutbolistas resulta cuanto menos aburrido pues son los tópicos los que se apoderan de esas declaraciones, escuchar a Michael era algo totalmente distinto, él te hablaba a ti, al aficionado de fútbol que estaba sentado en el sofá y, es innegable que para los que le escuchábamos desde casa era un gusto.
Pasó a la historia su mítica frase en la que, tirando de humor, afirmaba “Soy muy afortunado: tengo 52 años y nunca he dado un palo al agua”. Hoy, a los 61 años, ha fallecido. Verdaderamente, no sé si a lo largo de estos 61 años ha dado un palo al agua o no, lo que está claro es que la huella que ha dejado en el deporte y en el periodismo es inmensa y será muy difícil de olvidar. Como bien dice el himno del equipo de su corazón “You will never walk alone”. ¡Nunca caminarás solo, Michael!
Fuente imagen: Eurosport